Paranthropus es un género extinto de homínidos bípedos, propios de África Oriental y meridional caracterizado por una gran robustez de la mandíbula y los molares. Los Paranthropus (parántropos, o australopitecinos robustos) descienden probablemente del género Australopithecus (australopitecinos gráciles). Algunos paleontólogos consideran, sin embargo, que los australopitecinos robustos pertenecen a Australopithecus.
Paranthropus aethiopicus es un homínido fósil que vivió África Oriental hace entre 2,6 y 2,2 millones de años, en el Gelasiense (Pleistoceno inferior); tenía poderosos músculos masticadores que se sujetaban al cráneo gracias a una prominente cresta sagital similar a la de los gorilas. Esta cresta es imprescindible para que la enorme musculatura facial pueda sujetarse en el cráneo. Tenía una dieta estrictamente vegetariana a base de vegetales duros. Debió vivir en un medio ambiente más seco que Australopithecus, aunque parece que fuera un ambiente pleno de sabana.
Paranthropus robustus es un homínido fósil que vivió en Sudáfrica hace entre 2 y 1,2 millones de años, en las edades Gelasiense y Calabriense (Pleistoceno inferior a medio). Fue la primera especie descubierta del género Paranthropus, aunque durante un tiempo se consideró perteneciente al género Australopithecus. Tenía un gran aparato masticador, que antes se creía que era producto de una especialización alimenticia en raíces y semillas. Pero estudios recientes indican que su alimentación habría sido más variada, como diversos tipos de pastos, semillas y, posiblemente, animales. Su rostro es achatado, con mejillas más abultadas y mandíbulas menos prominentes que el Australopithecus afarensis. Posee una pequeña cresta ósea, menor que la del Paranthropus boisei, en la parte superior del cráneo. Había bastante diferencia entre machos y hembras, sobre todo en el desarrollo de las crestas, ausentes o muy poco marcadas en las hembras. Los machos pesaban unos 40 kilos y las hembras alrededor de 30 kilos. En cuanto a su estatura, también había grandes diferencias: el macho mediría alrededor de 1,35 metros y las hembras 1,10 metros.
Paranthropus boisei es una especie de homínido fósil conocida de África Oriental, que vivió en un entorno seco y se alimentaba de vegetales duros, para lo que desarrolló un imponente aparato masticador destinado a triturar semillas y raíces. Aparece en el registro fósil en sedimentos del Pleistoceno inferior a medio, de hace entre 2,3 (Gelasiense) y 1,2 millones de años (Calabriense). Su capacidad craneal era de alrededor de 515 cm3, la cara está muy reforzada, con unos incisivos muy pequeños, pero unos enormes molares y una cresta sagital a la que debían unirse unos grandes músculos masticadores. Su foramen magnum está más adelantado que en los Australopithecus (como en el género Homo). Por lo demás, el peso, estatura y aspecto general es muy parecido a los Australapithecus. Paranthropus boisei vivió en un medio ambiente más seco que los Australopithecus, aunque no parece que fuera un ambiente pleno de sabana. Ante el cambio climático, las especies de éste género recurrieron a la especialización de su aparato masticador para poder sobrevivir en un medio más seco. Así, con unas poderosas mandíbulas pudo tener acceso a raíces, tallos gruesos, etc. En cambio, el resto de su estructura corporal no varió prácticamente nada con respecto a sus antecesores Australopithecus.